7 meses de embrazo

28 + 2 : Ya estamos entrando en la recta final de mi segundo embarazo, y de verdad que se me esta haciendo eterno…

En el primero, mi “única” preocupación era cuidar de mi misma para que así todo fuera lo mejor posible. En cambio ahora, no. Sé que me tengo que cuidar, para que el chiquitín crezca sanote, pero la peque sigue demandando muchos cuidados a sus dos años, y si le sumamos el trabajo… Estoy deseando cumplir ya las 40 semanas y tener a mi bebé en mis brazos.

A parte de la carga familiar que tengo ahora, en este embarazo los síntomas se han acusado bastante.

Y es que durante el primer trimestre, tuve muchísimas nauseas, me daba mucho asco la comida (cosa que ahora no me pasa, todo lo contrario), y entre el cansancio que ya da de por sí un primer trimestre y lo que ya sabéis, andaba en busca de una cama y un sofá a cada momento.

Durante el segundo trimestre, he estado perfecta ( se me quitaron las nauseas sobre los 4 meses de embarazo), pero entrando en el sexto mes, se me ha venido el mundo encima, y es que me ha salido un barrigón que pa’ que, han empezado las molestias en la espalda, el agotamiento se ha apoderado de mí,que también es debido a la anemia del embarazo, o eso me dicen, pero a pesar de medicarme para ello, el cansancio está ahí.

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Y para colmo, en mi última visita al ginecólogo, me anuncia que estoy cogiendo demasiado peso, ya se que no hay que ser médico para ver esto, pero vaya jarrón de agua fría me ha echado encima, así que me han mandado dieta. Me he de pasar lo que me queda de embarazo (otra vez) a dieta, y eso que ahora yo había encontrado en el chocolate la fuente de energía para el embarazo ;).

En fin, la parte buena es que el chiquitín está creciendo bien, en el medio de la clase me dijeron, ni demasiado peso ni por debajo de lo normal, y eso me encanta, y lo otro, es que ya queda menos para verle la carita.

¿Alguien más por aquí que se le este haciendo cuesta arriba el embarazo?

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Riesgo de Preeclampsia, segundo embarazo

No se que tienen mis embarazos que siempre me los catalogan como: Embarazo de riesgo.

Al primero le tocó a la Diabetes Gestacional ( hablé de ello aquí), una diabetes un tanto peculiar porque, en resumidas cuentas; el O’sullivan y la curva de glucosa salieron alteradas, pero en cambio por mucho dulce que tomará nunca jamás tuve una glucemia fuera de parámetros normales, aún así se suponía que yo era una paciente Diabética.

Y ahora en mi segundo embarazo le ha tocado el turno a la preeclampsia, la verdad da un poquito me dió algo más de respeto oír eso, porque sabía que podía llegar a ser más grave.

La preeclampsia se caracteriza por hipertensión arterial (HTA) y la presencia de proteínas en la orina, como consecuencia de la HTA ya que va dañando los riñones. Y si no se controla pueden ir apareciendo complicaciones y poner en peligro a la gestante y al bebé.

Las características de las personas propensas a desarrollar la preeclampsia en un segundo embarazo, son:

  • tu primer bebé nació prematuro
  • tu primer bebé nació demasiado pequeño en relación a la duración del embarazo (pequeño para la fecha)
  • eres diabética
  • eres de la raza negra
  • tienes hipertensión crónica
  • tienes mucho exceso de peso

Yo creía que no coincidía en ninguna característica pero, me llevé una gran sorpresa cuando “supe” las razones por las cuales estaba catalogada (otra vez) de embarazo de riesgo, y la mayor era que mi hija había sido pequeña al nacer (pesó 2.870g) para la edad gestacional (estaba apunto de cumplir las 42 semanas de gestación), algo que en el momento del nacimiento nunca me comentaron, de hecho nunca estuvo en incubadora, ni el pediatra me comentó jamás nada sobre el peso de mi hija. Es más siempre me dijeron que estaba dentro de la normalidad.

La segunda razón nunca la he llegado a descubrir, se supone que en la primera ecografía hay algunos valores que combinados con el peso de mi hija al nacer, hacen que sea una candidata a padecer preeclampsia ¿y que valores? pues, no los se, por mucho que pregunto todos los ginecólogos me dicen que está todo bien, que el bebé crece normalmente y que no hay ningún problema, y la verdad por mucho que investigo no logro encontrar “un caso como el mío”.

El desenlace de todo este lío está siendo que debo medicarme diariamente con Aspirina infantil.

En un principio me negué en rotundo a tomarla, como no entendía las razones por las que me la debía tomar (las veía muy abstractas), tardé más o menos un mes en “ceder”, hablé con otro ginecólogo y me dijo que no le iba a afectar en nada a mi bebé el que yo tomara la Aspirina, así que empecé a medicarme, la verdad que me encontré en una situación un tanto rara, ya que por una parte no lograba entenderlo y por otra estaba siempre tenía en mente que si no la tomaba quizá algo le pasaría a mi bebé.

Así que vuelvo a ser una embarazada de riesgo, haciendo una vida 100% normal, no tengo que hacer ninguna dieta, ni reposos, ni ejercicios especiales,etc. Si tomarme la famosa pastilla (que por cierto esta bastante buena 😉 ) que no me priva de nada y que además no me ha dado ningún efecto secundario.

La parte positiva que saco de todo esto, es que me hacen más ecografías, así que tengo mas fotos de mi bebe antes de nacer, y confieso que si tuviera un ecógrafo en casa estaría a todas horas intentando verle la carita :).

Y a vosotras ¿os han catalogado de algo no habéis llegado a entender durante vuestro embarazo?

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Remedios caseros: Varices durante el embarazo

Estar embarazada es de las alegrías más grandes que una persona puede tener, por lo menos yo así lo he vivido, pero a pesar de ser una época muy feliz, conlleva ciertas incomodidades, entre ellas pueden ser las varices.

Las varices son dilataciones venosas que se caracterizan por la incapacidad de establecer un retorno eficaz de la sangre. Las más habituales son las de las piernas.

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Algunas mujeres durante el embarazo desarrollan varices o les empeoran las que ya tenían, es debido a que el útero va creciendo y puede presionar la vena cava inferior obstaculizando el flujo sanguíneo. Esto hace que se acumule más sangre en la parte inferior del cuerpo y por lo tanto aumenta la presión dentro de las venas de las piernas.Y a esto le sumamos a que durante el embarazo el volumen de sangre total aumenta, entonces es otro factor más que se le suma para la aparición de varices.

Los “remedios caseros” que nos pueden ayudar a prevenirlas o mejorarlas:

  • Salir a caminar cada día, y así activar la circulación.
  • Alternar agua templada con agua fría en tus piernas, para que así las venas se dilaten y contraigan, ejercicio que les viene de perlas para ayudarlas con el retorno venoso.
  • Masajes en sentido ascendente ( iniciados en el tobillo hasta la ingle) a poder ser con cremas refrescantes, así colaboramos con el trabajo del retorno venoso, aquí vuestras parejas se pueden poner manos a la obra ;).
  • También es importante no estar de pie o sentada durante muchas horas seguidas, es importante ir moviéndonos, y poner en marcha nuestra circulación.
  • No cruzar las piernas al sentarnos, porque  de nuevo dificulta el retorno venoso.
  • Y también puede ayudar dormir con las piernas algo elevadas.

Tuve suerte durante mi primer embarazo, ya que no me apareció ni una variz. Si tuve momentos de piernas cansadas (sobre todo en la recta final), pero me cuidé bastante.

En este, en cambio, me está resultando más complicado, aunque intento tener presentes estos puntos, pues con una niña de dos años,  no es tan fácil seguirlos. Por ejemplo lo de  hacer una caminata diaria, por lo menos a un buen ritmo es misión imposible, la peque se para a cada paso, porque ve una flor, una piedra, etc. A pesar de eso intento seguir los puntos anteriores a raja tabla, exceptuando este del caminar y el de no permanecer muchas horas de pie, ahora mismo por mi trabajo es casi imposible.

A ver si logro salir “limpia” de varices en este segundo embarazo :).

Y a vosotras ¿os han salido varices por estar embarazadas?

Un abrazoo.

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Mi «supuesta» diabetes gestacional, alteración en el embarazo

“En la gestación normal existe una situación de insulinoresistencia, compensada por un aumento de la secreción pancreática de insulina. Tras la expulsión de la placenta se produce un descenso brusco de las necesidades de insulina. cuando se rompe el equilibrio aparece la diabetes gestacional, que se define como aquella diabetes que se diagnostica por primera vez durante la gestación.”

Aunque no paro de repetiros que he tenido un embarazo estupendo, la verdad, que a apesar de las incomodidades habituales del tercer trimestre, creo que no tengo derecho a quejarme (aunque a veces lo haga, démosle la culpa a las hormonas 😉 ). Solo ha habido una piedra en mi camino y es que a las veintiocho semanas de gestación me diagnosticaron diabetes gestacional.

Para ello tuvieron que hacerme (como a todas las embarazadas) la famosa prueba: el Test O’Sullivan, que consiste en realizar dos analíticas en un mismo día con diferencia de una hora, te hacen la primera y seguidamente te dan un jarabe (que no es por desanimaros chicas, pero esta muy malo, por muy dulce que sea) es como un zumo, consiste en una sobrecarga de glucosa de 50 g, y a la hora de haber probado este “delicioso manjar” te vuelven a hacer otra analítca, con ella sabrán, cómo ha tolerado el cuerpo esta sobrecarga de glucosa.
Y se ve que ese día mi cuerpo no toleró bien el jarabe, y mi analítica resultó alterada, debía estar por debajo de 140mg/dl y no fue así. Cuando vi el resultado me decepcioné bastante, pues todo me estaba yendo demasiado bien, pensé. Pero tenía la esperanza que en la siguiente prueba que se hace, para la confirmación del diagnóstico, saliera negativa. Sigue leyendo

Miedos a pocas horas del día P

La impaciencia por el parto me puede, en breve voy a salir de cuentas, y desearía ¡haber salido ya! Pero supongo que una prueba más para ser madre es la de la paciencia, así que intento mantenerla todo lo que puedo.


A pesar de las ganas que tengo de que salga ya mi niña, cuando me paro a pensar en cómo será mi parto, no puedo evitar que me entre algo de miedo. Sigue leyendo